El Mundial de Futbol 2006 y las Lecciones de la Globalización
Algunas veces se hace referencia a los Juegos Olímpicos para explicar el fenòmeno de la Globalización y sus Bondades; pero muchas veces olvidan explicar sus defectos y asimetria.Es por cierto el mundial de Futbol 2006, según se ha visto en Alemania el mejor ejemplo para explicar la Globalización a los jóvenes y que estos no solo lean los libros o artículos sino que se sientan parte de la enseñanza.
En el mundial hemos podido ver, ambos fenómenos El Nacionalismo del Siglo XXI y la Globalización, no el nacionalismo que erroneamente repiten los medios peruanos especialmente en la campaña electoral reciente como el Nazionalismo del siglo XX, que tantas desgracias nos trajo, tampoco ese Nazionalismo que peligrosamente esta surgiendo y siendo aceptado en los paises del sur americano, especialmente aquellos con mayoria de raza blanca, y que aceptaron durante y despuès de la segunda guerra mundial colonias de nazis convictos y confesos, menos aún el de ciertos grupos sectarios de la madre patria de los criollos americanos España, donde confunden los conceptos y dado que no vivieron el drama de la segunda guerra mundial, simplemente no aprendieron la lección.
El nacionalismo exaltado que se ha visto en el mundial de Futbol es aquel que hace estremecerse y ver con admiración el fervor de los hinchas al escuchar y cantar su himno nacional, especialmente aquellos que lo cantan abrazados simbolizando un objetivo común en el caso de italianos y alemanes, olvidando sus diferencias muchas veces idiomáticas, religiosas o raciales que antes eran las que los dividian internamente, así pues hemos visto al pueblo alemán aplaudiendo a Odonkor un mestizo alemán que se ganó el corazòn del pueblo, una francia de estrellas ya en el ocaso de sus carreras divididas por disputas internas que configuran la división en la Francia actual entre argelinos, africanos, continentales, entre religiones, entre musulmanes y cristianos, que la llevaban al exilio del campeonato; pero fue un hecho que los volvió a unir a hacer que las estrellas de hace 8 años rejuvenecieran que olvidaran sus diferencias y que se reconciliaran en una sola fuerza hasta ahora imbatible; ese hecho fue la agresión sufrida por un bien común universal de los franceses, "la Marsellesa" insultada por nuestros anteriores colonizadores españoles que aún no afianzan cabalmente las nuevas reglas de respeto y definiciones de nacionalismos en el presente siglo, este hecho humillante para culturas en declive, causó el efecto contraria en los franceses que encontraron otra vez el camino de hoy en día están a un paso de entrar en la historia nuevamente. Recordemos nomás como en 1997 el insulto de nuestros vecinos del sur a nuestro himno, hizo que los jugadores peruanos se pusieran a temblar y mostrar su rostro desencajado y temeroso; en 1998 en Francia no se produjo un insulto sino la forma de cantar la marsellesa en la final de la copa del mundo aplastó emocionalmente al equipo brasileño y eso se pudo notar en sus rostros mientras presenciaban ese canto, el registro fílmico nos muestra un claro ejemplo de culturas fuertes y débiles de efectos beneficiosos y contrarios ante un mismo hecho.
Así hemos podido saber que Ribery el delantero frances es casado con una inmigrante y se ha convertido a la religión musulmana, un ejemplo que la vía de la reconciliación es posible, y que finalmente la identidad nacional no se pierde por la raza, por la lengua ni menós aún por la religión sino es en el siglo XXI está basada en la afinidad del hombre y su entorno que conforma su cultura fuente de sus valores. En Francia quien ha estado en Parìs no puede dejar de ser inspirado por la sensación que es un único lugar en el mundo e irrepetible, la cultura, la boheme, la iluminación a pesar de las segregaciones y las luchas recientes hay un bien universal que subyace y que es la eterna lucha por la libertad del hombre, la cuna de las revoluciones, el eterno inconformismo, pero la siempre luminosa tierra de las noches de azul intenso esa es Francia, y en los próximos años como lo vimos en el mundial encontrarán otra vez su destino.
El otro lado de la moneda es la maquinaria de hacer dinero mediático de Brasil, el significado real de la globalización, el equipo actual de Brasil ya no es más de su gente es una verdadera multinacional del marketing, desde su vestimenta hasta incluso algunas jugadas o maniobras con el balòn patentadas, expresadas en su máxime en su máximo idolo Ronaldinho Gaucho, más interesado en lucir las zapatillas doradas de Adidas, o en hace su mueca que vende millones con el pulgar levantado y el guiño coqueto que interesado en defender sus colores; incluso en el partido clave se puede ver que usa una vincha en la cabeza que afuera del estadio convenientemente se vendia a 20 euros, luego del primer tiempo se la quitó de la cabeza, al perder Brasil sin pena ni gloria, se cayo a menos de un Euro, las camisetas de Brasil se vendian a 25 Euros las imitaciones por supuesto y luego solo a 5 Euros, o menos incluso llegando a un Euro en pocos días. "Mercenarios, Fiasco, Fuera, Engaño", fueron las principales portadas de las diarios Brasileños al siguiente día. Fue el despertar a lo peor de la Globalización y se explica por lo siguiente, el Brasil es una nación rica en historia, única en el mundo con su calor, con su música, con su entorno cálido quien lo visita siente que está en eternas vacaciones, en relajo salvo Sao Paolo por supuesto, pero en suma el equipo Brasileño correspondía siempre a ese sentir un juego bello y gracioso con alma y picardía, pero no por ello despreocupado sino más bien fijado en los triunfos en hacer "o maís grande del mundo" a su selección y país. Ese sentir se fue perdiendo en los últimos tiempos y por ello la rudeza de los comentarios brasileños por ello ese sabor amargo de la derrota sin lucharla, esa quema de estatuas de barro a falsos ídolos inventados por los medios. Es que la globalización tiene ese efecto también tomar un valor que puede ser aprovechado un valor generado por una nación e intrinseco a ella, en este caso el futbol brasileño y ponerle precio a todo, explotar y hacer suyos los símbolos, sin que se dieran cuenta pronto, los que participaban en la generación de ese valor ya no entrenaban en Rio sino en Suiza previo al mundial, ya no escuchaban al entrenador sino se preocupaban más en hacer dinero en el entretiempo como si fuera la NBA en los descansos, haciendo comerciales en vivo, como se pudo ver en Alemania, los medios, las firmas comerciales usufrutcan algo que no les pertenece a los Ronaldos, Ronaldinho ni otros, ese simbolo la camiseta y colores brasileños le pertenece a la nación ellos solo debería lucrar su imagen sin esa camiseta; es un valor compartido que lo iniciaron Leonidas, Didi, Pele, Garrincha, a ellos no les pertenece y de allí bien dicho por los más aguerridos "Mercenarios", es en lo que convierte la globalización a los hijos de las naciones que venden el bien común a las multinacionales.
Recordemos al Peruano Palacios saliendo con su camiseta "Te Amo Perù", un ejemplo de un mercenario sin calidad pero que vende un valor trabajado con esfuerzo y amor a la camiseta por los Cubillas, Sotil, Velásquez, Lolo Fernandez, verdaderos cracks e ídolos del pueblo, el solo es un mercenario que vende lo que no le pertenece. El resultado el mismo, la decepción de los pueblo por el engaño sufrido, una resultado crudo del marketing de las multinacionales.
Fueron las multinacionales y los medios los que nos venden la idea de evitar el uso de himnos nacionales en los estadios en las competiciones Fifa, por supuesto porque en su idea este debe ser un juego de mercenarios, no de hijos de naciones. El marketing global hoy está basado en ejemplos como la NBA, o en el Futbol como el Barcelona o el Real Madrid, verdaderos equipos convertidos en multinacionales, y con un aparato gigantesco de medios, que quieren uniformizar la forma de ver y sentir el futbol, vale decir con maromas, con gestos falsos de idolos de barro como Ronaldinho; hemos podido apreciar ultimamente cuando los jugadores de la NBA fueron derrotados por Argentina o Croacia, que realmente son ídolos de barro, mercenarios que al enfrentarse a un mayor desafio el de pertenecer a algo más que un medio de marketing, vale decir una nación se diluyen y son expuestos como lo que son: "Idolos de Barro".
El punto bueno de la globalización es que la forma de juego, las reglas, son llevadas por ente regulador la FIFA, y seguidas uniformemente por todos los 32 equipos de la competición así no haty mayores diferencia entre estos que su valor en conjunto y su valor individual, unidos a un espiritu de grupo que trasciende sus capacidades. Esa aceptación global de distintas culturas, naciones, intereses, en una competencia equilibrada hace que el futbol sea tan bellos, pues al final son 11 contra once, como hemos visto la convivencia es posible, el nacionalismo del siglo XXI y la globalización pueden vivir en un mundial y hacerlo grande, ese nacionalismo frances o la nacionale italiana,e ir decantando a grupos que caen en el marketing puro como el brasileño el más globalizado de todos.
Las lecciones que nos dá este mundial es que "otro mundo de conviviencia globalización y nacionalismo" si es posible si todos aceptamos ciertas reglas, y que finalmente la belleza del error humano hace que no solo sea un once contra once sino un choque de culturas que hace historia y donde esta vez no gana alemania sino gana el espiritu de las naciones fuertes.
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