El Nacionalismo del Siglo XXI y la Globalización, Capitulo XI - El Gobierno de la Demagogia Irresponsable
Comentario del Autor:Una vez mas este capitulo parece un volver a un futuro probable, en la Eventualidad que Alan Garcia vuelva a gobernar, su estilo "Demagógico e Irresponsable" es percibido aún hoy como su característica principal.
Lo importante de señalar es como la trágica historia económica del Perú, sigue los mismos pasos de degradación de una empresa en crisis; una crisis del valor que esta genera a sus stakeholders llevada por quienes la tienen intervenida o irresponsables administradores; finalmente es el Gobierno de Garcia, el que llevó el Perú a la inviabilidad, quizás no halla sido su culpa al 100%,pero en su gobierno se percibió claramente que este Proyecto Criollo y ahora Mestizo de un Estado-Nación era inviable. Esta inviabilidad no sería reflejada en el Interior sino en el Exterior, puesto que implica el Remate de Activos y el Bloqueo de Cuentas. como se hace a toda empresa que entra en proceso de liquidación.
su Gobierno es el que puso al Perú listo para entrar en "liquidación".
Hoy en día podemos ver otra vez a sus apóstoles apoyando a un proyecto de Derecha, igualmente en los vladivideos estos aparecen junto a Montesinos. Ellos son parte de ese grupo que tiene secuestrado a un país y que de vez en cuando pasa de manos por procesos "democráticos".
Capitulo XI – El Fracaso de la Tecnocracia y el Segundo Intento Nacionalista Mestizo, El Gobierno de la Demagogia Irresponsable
Esta presión social favorece la llegada al poder vía elecciones democráticas nuevamente de “administradores” irresponsables otra vez, los cuales a diferencia de los que fracasaron previamente emplean la peor de todas las recetas reforzadoras del círculo vicioso del capitalismo asimétrico, “la demagogia”, el satisfacer la coyuntura inmediata, el gobernar para los aplausos y los beneficios inmediatos sin rumbo. Para sobrevivir en el poder derrochan las arcas fiscales generando una bonanza aparente mientras las reservas estatales desaparecen, en este entorno de derroche los especuladores y empresarios que buscan subsidios a su ineficiencia (sobre la base de proteger la industria nacional no estratégica) y márgenes protegidos pactan con los “administradores” (12 apóstoles del periodo 1985-1987), tornando en realidad un pseudo-nacionalismo mestizo basado en el desarrollo interno industrial, nunca se preocupó del desarrollo agropecuario, ni la incorporación al mercado de la economía indígena y amazónica.
La falta de preparación de cuadros técnicos propios siquiera para administrar la economía produjo un desastre histórico en las arcas fiscales. Esta falta de preparación originó un desorden generalizado donde la malversación, el despilfarro, el robo, la irresponsabilidad fueron el común denominador, a diferencia de antes donde unos pocos privilegiados robaban al estado, ahora el robo era generalizado, originando una nefasta “corrupción consentida” desde lo mas alto del poder. Este desorden y caos explican medidas irresponsables sobre la base de calenturas demagógicas como plantear reducir los “pagos pactados” al capitalista foráneo. El fracaso del pacto empresa-financistas especuladores internos y estado produjo medidas tan incoherentes como la estatización de las entidades financieras, el congelamiento de ahorros en moneda extranjera, en un intento desesperado de obtener recursos. Esta corrupción, saqueo ya no enfocado y controlado por el exterior sino generalizado produce un entorno insostenible e inmanejable. El castigo vía el impuesto más dañino a la población se dio también, la hiperinflación; producto de emisiones inorgánicas de moneda nacional.
Volviendo a una visión empresarial, como percibiríamos a una empresa de la cual somos acreedores (poniéndonos en la posición de los financistas internacionales), en la cual los administradores permiten que todos saquen la empresa sin control (amparadas en un estatuto interno que permitía estas medidas irresponsables), y peor aún las reservas de activo circulante aceptado en el exterior desaparecen y por coyuntura de mercado que origina que los precios de las materias primas caigan drásticamente estas reservas no tengan reposición (el despilfarro del huano de islas fue posible por la gran exportación a precio favorable y un canon a las exportaciones que permitía obtener recursos), lo cual ya no se producía porque las empresas extranjeras remplazaban materiales por el uso de nuevas tecnologías disminuyendo el costo y la capacidad de generar valor de esta empresa.
Ante esta perspectiva de precios a la baja (menor valor), robo y corrupción generalizada, y para colmo de males la declaratoria de expropiaciones de ahorros, eliminación de reservas monetarias (activos circulantes) y la intención de reducir y quizás quebrar el pago de deudas. ¿Qué haríamos?, ¿Qué percibiríamos de esas empresas?.
Un financista que tiene préstamos colocados en una empresa (incluso aún un estudiante de finanzas corporativas o gestión de empresas en crisis y reestructuración), entiende estas señales internas y externas como un inminente riesgo de “perdida de continuidad en el giro esencial”, esta pierde su razón de ser como negocio al cual colocar prestamos. Esto produce dos efectos: la necesidad urgente de asegurar la recuperación aún sea en condiciones de pérdida de los prestamos colocados esto se logra a través de la intervención de acreedores con el “remate de los activos no circulantes al menor postor” (esto es infraestructura, recursos naturales, incluso propiedad biogenética y propiedad intelectual, todo aquello que pueda producir algún retorno rápido de preferencia), y el bloqueo de cuentas con la finalidad de evitar la fuga de capitales.
Otras formas de intervención mas drástica como golpes de estado, guerras son coyunturalmente innecesarias aunque así se controlaba en el pasado, quizás la mayor población comprometida, presión y el alto costo económico y político en una sociedad internacional “mas humana y crítica”, no permitiría esas medidas, pero si permite el bloqueo financiero con la finalidad de asfixiar más rápido a la empresa.
Curiosamente en otras realidades andinas gobernadas por mestizos se dieron tendencias similares de irresponsabilidad en el manejo del estado, pero las realidades eran dispares, mientras en unas el descontento mestizo y desempleado de la ciudad originó revueltas o cambios de poder, en la otrora capital del Virreinato español la cultura de pasividad y capacidad de adaptación a las crisis permitió soportar este drama histórico. La pasividad de la ciudad mestiza, no era la realidad de las naciones andinas y amazónicas.
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